sábado, 20 de septiembre de 2014

Cuando los ojos habla por ti


¿Qué es la iridiología?

Conocida antiguamente como iriología, esta ciencia plantea que al observar con detención el área amarilla del ojo, es decir el iris, se puede ver la salud del cuerpo humano. Las fibras del iris muestran el estado de los diversos tejidos del organismo; logran captar bienestar o problemas. Desde el antiguo Egipto se sabe que el iris puede manifestar estados de ánimo y de salud del individuo. Como ciencia, se inició con la experiencia del homeópata Ignatz von Peczely, quien encontró un pájaro con una de sus patas quebradas y, al cuidarla, captó que en el iris del ave había aparecido una mancha, y mientras se recuperaba de su lesión la mancha iba desapareciendo. Así logró elaborar en 1886 la primera topografía del iris.


¿Qué demuestra?

El Iris revela la constitución del cuerpo, las debilidades inherentes, los niveles de salud y las transiciones que tienen lugar en el cuerpo. Un análisis completo del iris muestra si una persona presenta una buena o pobre constitución corporal, dependiendo de la densidad de las fibras del iris, patrones, estructuras, colores y grados de claridad y oscuridad del mismo. También revela los sitios relativos de exceso de actividad, irritación, lesiones o degeneración de los tejidos y órganos. Niveles de acumulación de tóxicos también pueden ser observados, así como desequilibrios nutricionales y químicos.

¿Qué NO demuestra?

La iridología no muestra enfermedades específicas sino que proporciona información acerca de los tejidos del cuerpo que indican tendencias hacia condiciones de "mal-estar", a menudo antes de que aparezcan los síntomas. La iridología no puede localizar parásitos, cálculos biliares, o gérmenes, pero si indica la presencia de condiciones de inflamación e intoxicación que suelen ser un refugio para que desarrollen. Tampoco muestra embarazos, ya que es una función normal del cuerpo femenino.

¿Cómo puede ayudar?


Proclamados a través del tiempo como las "ventanas del alma", los ojos son reconocidos como espejos del cuerpo que registran el estado de los diferentes órganos y tejidos. La iridología es potencialmente una parte integral de la atención sanitaria preventiva. Tiene la capacidad de advertir sobre dificultades o signos enfermedad. La iridología puede ser una herramienta de gran alcance que permite determinar lo que está ocurriendo en el interior del cuerpo desde un punto de vista externo simple, indoloro y económico. En efecto, la iridología revelará qué tan bien funciona el cuerpo. La nutrición inadecuada y la falta de ejercicio socava la integridad del cuerpo hasta que finalmente se vuelve incapaz de revertir las condiciones tóxicas dañinas a través de sus propios mecanismos de auto-curación, haciéndose susceptible a enfermedades de carácter crónico. Por lo tanto, la nutrición y la iridología son inseparables en la propia búsqueda de un modo de vida saludable y un programa de atención integral de salud. La iridología nos puede ayuda a entender nuestras debilidades para que podamos fortalecer y limpiar nuestros organismos de modo que obtengamos el máximo potencial de salud.







Senales de amiga toxica en las redes sociales

Facebook, Twitter, Instagram…En promedio las personas en Estados Unidos pasan 3 horas al día en las redes sociales (unas más otras menos) por lo que es muy normal que muchas de nuestras experiencias de interacción sucedan en el mundo virtual. Si tienes una amiga en las redes sociales, bien sea que la conozcan en persona o no, que te deja cierta sensación de incomodidad  y no sabes bien por qué, puede que se trate de una amistad virtual tóxica. Estas son algunas señales de toxicidad:
Mala vibra: La mala vibra no tiene definición y se ajusta a lo que tú misma consideres como conversaciones negativas. Revisa tus conversaciones de chat con la susodicha, si la mayoría de sus frases, historias o comentarios son negativos hacia ti o el mundo en general, va siendo hora de que te pongas offline.
Intensa: Te saluda a las 5:00 pm, a las 5:03 te pregunta si estás ahí, a las 5:05 te pregunta si estás de mal genio y para el momento en que puedes contestarle (5:10 pm) ella ya está histérica o en estado de depresión. Es muy poco saludable tener una amistad que no entiende que tienes cosas que hacer y casi que exige tu atención constante.
Burla pasada de tono: Está bien que se tengan la confianza para hacerse mútuamente una broma de vez en cuando, pero si se la pasa “acosándote” en las redes para hacerte quedar mal frente a cada comentario que haces, cada foto que publicas o cualquier error ortográfico que cometas, la cosa pasa a castaño oscuro. Una amistad saludable debe hacerte sentir bien.


Le escondes cosas: Sin darte cuenta (demasiado) has comenzado a postear cosas (fotos, comentarios, eventos) que haces “invisibles” para ella, por temor a sus comentarios o porque no te sientes cómoda compartiendo ciertas cosas (que, ojo, compartes con tus cientos de otros amigos en las redes) algo no está bien.
¿Privacidad?, uhmm no mucha: Le cuentas a ella sobre la vez que tuviste que lidiar con una incómoda infección vaginal, y antes de que lo sepas, todas tus amigas te están preguntando al respecto. Una persona que no es capaz de guardarse para ella las cosas que le confías en la intimidad no es tan buena amiga en realidad.
Se conocen de siempre: Conocerse de “toda la vida”, haber estado ahí “cuando más la necesitabas” y “saber todo de ti” son lindas cualidades, eso no significa que si la relación te incomoda, la debas continuar.
No la quieres cerca a tu novio: La quieres, si, pero notas que no hace más que poner comentarios sugestivos en las fotos de hombres comprometidos y la mayoría de sus fotos tienen de todo, menos mucha ropa. Seguro confías en tu novio, pero no en ella y prefieres que no se conozcan (ni por Facebook).
Maquinita de criticar: Si tu amiga se la pasa poniendo memes que critican tu postura religiosa, se burlan abiértamente de los homosexuales y apoyan frases que parecen de la época de la esclavitud que te incomodan. Es hora de decir bye-bye.